Es una técnica milenaria utilizada por culturas tanto orientales como occidentales y avalada por los avances en la investigación de la ciencia actual, en particular por la psicología humanística, la psicología transpersonal, la física, la biología y la medicina, que profundiza en los trasfondos de la mente con una actitud abierta, para trabajar desde un estado ampliado de conciencia y ayudar a las personas en la resolución de sus problemas. A estas vivencias generadas mediante este método se les denomina “regresiones”, porque propician “regresar” a las primeras fases del desarrollo cerebral (vida intrauterina, nacimiento e infancia) y en otros casos, a conflictos aún no resueltos generados en “supuestas vidas anteriores”.

La TRR utiliza una relajación o trance hipnótico leve o superficial, guiado por un terapeuta especializado en Técnicas Regresivas, para conseguir un estado de ondas cerebrales que favorezca la libre asociación de ideas del inconsciente y un alto grado de emotividad (ESTADO AMPLIADO DE CONCIENCIA). De esta forma, la persona puede recapitular su pasado, reviviendo los orígenes de los episodios traumáticos no resueltos que han generado los desequilibrios internos, favoreciendo la solución de los problemas actuales, mediante el fluir de las emociones retenidas. La TRR permite (en una cantidad razonable de sesiones), tratar eficazmente trastornos psicológicos tales como: Depresión, Ansiedad, Fobias, Miedos, Estrés, Disfunciones sexuales (impotencia, frigidez, disfunción eréctil, eyaculación precoz, dispareunia, anorgasmia femenina, etc.), Adicciones (alcohol, drogadicciones, sexo, comida, juego, etc.), Trastornos del sueño (Insomnio o hipersomnia), dermatitis inespecíficas, cefaleas (migrañas, cefaleas tensionales, etc.), colon irritable y otros trastornos digestivos, neuralgias psicógenas, etc. También es útil en el tratamiento de todas las enfermedades crónicas y degenerativas como coadyuvante en su tratamiento. ¿Cómo actúa la TRR? Con la TRR “editamos” el “disco duro de la mente” (Hemisferio Cerebral Derecho (HCD), modificando las escenas traumáticas de la vida del paciente, sustituyéndolas por escenas positivas, logrando que el paciente comience a utilizar esa nueva información, haciendo que desaparezca la carga emocional negativa y de esa manera pueda enfrentar de manera asertiva las situaciones de su vida. El HCD no analiza, no tiene sentido del humor, y graba literalmente la EMOCIÓN (con una carga emocional muy fuerte), quedando así registrada la nueva película, haciendo que la persona comience a actuar de acuerdo con esta nueva información, quedando definitivamente grabada esa nueva manera de enfrentar las situaciones de la vida, de manera permanente. Al eliminar el trauma emocional, se produce la SANACIÓN emocional, funcional y orgánica del paciente.