Todas las enfermedades del ser humano se acompañan de congestión e intoxicación de los tejidos, y en un adecuado tratamiento, debemos proceder en primera instancia a eliminar esa congestión e intoxicación de los tejidos puesto que, si no lo hacemos, será casi que imposible restaurar de manera efectiva la salud del paciente.

Para ello, aplicamos una serie de sueros endovenosos con medicamentos homeopáticos y antihomotóxicos, según el caso de cada paciente y su severidad, para abrir el sistema de drenaje corporal (sistema linfático) y activar todos los órganos emuntoriales (los órganos de drenaje y excreción, como son el sistema linfático, el intestino, el riñón, los pulmones, el hígado y la piel), y de esa manera, a través de esos órganos, podemos eliminar del organismo todo aquello que le está impidiendo funcionar adecuadamente al cuerpo humano, trayendo como consecuencia la

mejoría de muchas enfermedades. Esta terapia se debe realizar en todo tipo de tratamiento, para potenciar de manera grande la sanación de las enfermedades.